viernes, 1 de septiembre de 2006


About me...

Quizá alguien se preguntó por qué "De vocación amarga..." El siguiente fragmento de una gran novela lo expresa de una manera imposible de superar. Definitivamente, ando en mis días amargos. Disfrútenlos.

La "esperanza" de volver a verla (reflexionó Bruno con melancólica ironía). Y también se dijo: ¿no serán todas las esperanzas de los hombres tan grotescas como éstas? Ya qué dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en acontecimientos que, de producirse, sólo nos proporcionarían frustración y amargura: motivo por el cual los pesimistas se reclutan entre los ex esperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo hay que haber creído antes en él y en sus posibilidades. Y todavía resulta más curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilusionados, no son constantes y sistemáticamente desesperanzados, sino que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante, aunque lo disimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte de pudor metafísico; como si el pesimismo, para mantenerse siempre fuerte y vigoroso, necesitase de vez en cuando de un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desilusión.

Ernesto Sábato: Sobre héroes y tumbas.