Éste no debería ser yo.
Aquí, frente al teclado, en un céntrico café,
no debería ser yo.
Este hombre amargado que soy
no debería ser yo.
Y, sin embargo, lo soy,
porque me propuse demasiados "debo ser"
me propuse demasiados imposibles,
idealicé más de lo que la justa razón aconseja.
Este que está escribiendo no debería ser yo
yo no debiese ser éste que soy
así, de esta manera oscura,
trasunto de otros tiempos.
Yo no debería ser así
o quizá ya no lo soy.
Los que me conocen hace tiempo podrán decirme
¿Qué hay de mí en éste que soy yo?
¿Queda algo de ternura debajo de estos cueros?
¿Queda algo de amor bajo mi lengua?
¿Pervive aún algo de esperanza en la médula de mis huesos?
Dios mío, ¿Para qué me haz abandonado?
Al final de la partida,
amigos y amigas,
uno nunca debiese ser
uno solo tiene que ser
ser, así no más,
sin condicionantes
ser o no ser
nada más
nada menos
todos los "debiese" sirven solo para hacer castillos en las nubes
y para porrazos
ya tengo bastantes
y eso, no debió ser así,
pero fue.
Así que, para concluir,
éste no debiese ser yo
pero soy
o quizá ya no.
1 comentario:
Hola Felipe, un gusto volver a leerte, creo que muchos se sentirán identificados con tu poema. No soy crítico literario, pero me gusta todo lo que escribís.
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